Obama va a por la educación

Leyendo las propuestas de Obama sobre educación durante el pasado discurso del estado de la Unión recordaba aquellas geniales y certeras palabras de Ronald Reagan: “Las diez palabras más peligrosas en inglés son «Soy del gobierno y estoy aquí para ayudarle»” (I’m from the government and I’m here to help you). Pues bien, Barack Obama es el gobierno y quiere ayudar a la educación. Agárrense.

Obama, el pasado 12 de febrero, hizo énfasis en tres propuestas, que definió así:

1) Reformar los colegios del país para enfocarse más en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, con el fin de preparar mejor a los graduados para trabajar en una economía de tecnología avanzada.

2) el financiamiento estatal para las universidades será condicionado de acuerdo a su accesibilidad y valor, y el gobierno establecerá un “Ranking universitario” que compare a las universidades en base al valor ofrecido por el costo

3) una educación pre-escolar de calidad disponible para todos los niños.

Habrá a quien le parezcan muy bien y nuestra desconfianza les resulte exgerada, pero estos tiempos de neolengua orwelliana y, por ejemplo, la actitud de Obama en su batalla contra la Iglesia católica a propósito del mandato abortivo HHS creo que justifican nuestros temores.

Donde Obama habla de “enfocarse más en ciencia” y “preparar mejor a los graduados para una economía de tecnología avanzada” yo leo acabar con las humanidades, apostar por el utilitarismo y convertir los colegios en grandes factorías que produzcan operarios técnicos preparados para trabajar a destajo sin plantearse grandes interrogantes, incapaces de criticar al gobierno y que encajarán a la perfección en lo que Belloc ya previó y bautizó como Estado Servil.

Donde Obama habla de “accesibilidad y valor” yo leo políticas antiacadémicas, como por ejemplo de discriminación positiva, que condenan a la Universidad a la mediocridad bajo el yugo de lo políticamente correcto.

Donde Obama dice “educación pre-escolar de calidad disponible para todos los niños”, tras leer el artículo de David Brooks en el New York Times el pasado 14 de febrero, “When Families Fail”, yo leo el arrebatar el derecho a las familias a educar a sus hijos ya desde su más tierna infancia.

O sea, que donde Obama promete un mundo feliz, yo veo el mundo de Huxley.