A vueltas con Keynes y su homosexualidad

A vueltas con Keynes y su homosexualidad

La que ha armado el profesor de Harvard y reconocido historiador Niall Ferguson. Estaba dando una conferencia en California y durante el coloquio que siguió a su charla, al ser preguntado sobre la famosa observación de Keynes de que “en el largo plazo todos estamos muertos”, Ferguson afirmó que Keynes era indiferente al largo plazo porque no tenía hijos, y que no los tenía por el hecho de ser homosexual. Y contrapuso la visión de Keynes con la de Burke, que insiste en la existencia de un “contrato social” que vincula a los vivos y a los muertos. Como se pueden imaginar, arreciaron las críticas y Ferguson se ha visto obligado a pedir disculpas públicamente.

De entre los comentarios, no obstante, me ha parecido interesanteel escrito por Laura Keynes, hija de uno de los sobrinos de Maynard, publicado en la web de la revista Standpoint. En primer lugar señala que su tío-abuelo se casó finalmente con una bailarina rusa, Lidia Lopokova, a quien amó profundamente a tenor de la correspondencia entre ambos que se conserva. Intentaron tener hijos sin éxito y estuvieron siempre muy cercanos a sus cuatro sobrinos, hijos de Geoffrey Keynes, el abuelo de Laura.

Pero tras señalar este error y aceptar en nombre de la familia las disculpas de Ferguson, Laura Keynes escribe:

Acerca de la afirmación de Ferguson de que “no tuvo hijos porque era gay”, creo que hay una verdad en su comentario por la que no debería pedir perdón, en concreto, el hecho natural de que el sexo entre dos hombres, o el sexo entre dos mujeres, no puede producir niños. […] ¿Es “anti-gay” señalar esto?

Las disculpas de Ferguson son merecidas donde revelan un prejuicio, pero cualquiera que se defina como liberal debería sentirse incómodo si una reacción sentimental nos lleva al error y se nos exigen disculpas por decir la verdad. […] Keynes era un liberal de la vieja escuela, comprometido con la causa liberal, y por tanto valoraba el pensamiento riguroso y la claridad como el único camino hacia la verdad”.

Interesante, aunque yo creo que incluso en la primera parte de la afirmación de Ferguson hay algo de verdad. No se ven las cosas del mismo modo cuando se tienen hijos y cuando no, y no importa si eres homosexual o no, esto vale también para cualquiera que no tenga hijos. Tampoco se ven las cosas del mismo modo cuando, incluso si se tienen hijos, uno tiene una mentalidad que considera que su tarea ha terminado con la emancipación de los hijos y que a partir de entonces no tiene ninguna vinculación con los mismos, o por el contrario uno piensa en sí mismo y en su familia como en eslabones de una gran tradición familiar y nacional.

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