Petición para erigir un monumento a unos pollos fallecidos en luctuosas circunstancias
Resulta curioso contemplar los líos en los que se mete nuestro pobre mundo. Es como si, al darle la espalda a la realidad, que como decía Balmes es la verdad de las cosas, y al creerse sus propias ocurrencias, todo se hubiera descoyuntado. Por ejemplo, tras negar la naturaleza humana y la distinción entre dos sexos, nos hemos creído la insensatez de la teoría de género… y hemos acabado en el ridículo de más de medio centenar de géneros que nos propone facebook. Por otro lado, las contradicciones saltan a la vista, en especial en las cuestiones referentes a la vida. Algunos an señalado, recientemente, que un huevo de águila está lkegalmente muco más protegido que un embrión humano.
En esta línea se enmarca la noticia que leo y que llega desde Georgia, en los Estados Unidos. Y ya les aviso de antemano: no se trata de una broma.
Resulta que el mes pasado un camión que transportaba pollos tuvo un accidente en el que murieron decenas de ellas. Ahora, pasado el momento de shock, la asociación animalista PETA ha hecho un petición al Departamento de Transporte para que sea erigida una lápida en el lugar “para conmemorar las vidas perdidas en ese mortal accidente”. Pero el circo no se acaba aquí: la directora del Departamento, Sarah Segal, ha declarado que “normalmente se requiere la petición de un familiar para erigir estos memoriales en las carreteras”, pero que está dispuesta a hacer una excepción “para estos pollos, cuyas cortas vidas transcurrieron en una granja-fábrica antes de sus agónicas muertes”.
Afortunadamente, esto sucede en Estados Unidos y PETA ya ha anunciado que está dispuesta a pagar por el memorial (aquí, no lo duden, lo hubiéramos pagado todos con cargo al erario público). Su interés es, ante todo, concienciar a la gente: “queremos que la gente sepa que el mejor modo de prevenir accidentes como estos es hacerse vegetariano, porque así los pollos no hubieran tenido que hacer ese terrorífico viaje al matadero”.
Hay cosas que se comentan por sí solas; ésta es una de ellas. Sólo se me ocurre repetir aquello de que cuando hay que explicar lo evidente es que tenemos un problema. Y gordo.
