En torno a la independencia de Escocia

En torno a la independencia de Escocia

Se está hablando (y discutiendo) mucho en el Reino Unido acerca de la posible independencia de Escocia. El escocés, Alex Salmond, primer ministro de Escocia y líder del SNP, está preparando el ambiente para convocar un referéndum en 2014, año del 700 aniversario de la batalla de Bannockburn, cuando las huestes de Robert the Bruce derrotaron a los ingleses. Su idea es manejar tres alternativas: statu quo (permanecer como hasta ahora), independencia o lo que llaman devo-max, que viene a ser una completa autonomía fiscal.

Por su parte, David Cameron ha querido adelantarse y la semana pasada le ha recordado a Salmond que cualquier consulta en este sentido debe ser aprobada y convocada por el Parlamento británico. Para empezar, el año 2014, que además del aniversario de Bannockburn es el año de las Olimpiadas de Londres y del Jubileo de Diamante de la Reina, no parece ser el mejor para la consulta de marras.

En todo este asunto hay al menos dos cuestiones interesantes que creo que pueden tener interés para los que no somos británicos:

En primer lugar, el debate acerca de cómo debería de ser la pregunta del referéndum. ¿Se plantean sólo dos posibilidades? ¿Se plantean las tres posibilidades? ¿O se plantea seguir como hasta ahora o cambiar y, en caso de que gane el cambio, se da a elegir entre la independencia o la autonomía fiscal? A nadie se le escapa que el resultado vendrá determinado en gran medida por el método escogido. Alex Salmond aboga por la doble pregunta consecutiva, sabedor de que de este modo es probable que si no consigue su anhelada independencia, al menos tendría el premio de consolación de la plena autonomía fiscal. Por el contrario, una pregunta con tres opciones difícilmente, según lo que indican las encuestas a día de hoy, sería ganada por la independencia, y es bastante probable que la respuesta mayoritaria fuera la de mantener el statu quo.

En segundo lugar, y a mí me parece un dato interesantísimo, aunque los independentistas escoceses no consiguen la mayoría en ninguna encuesta realizada en Escocia, sí son mayoritarios en Inglaterra. Bueno, para ser precisos, una mayoría de los ingleses apoyan la independencia de Escocia… para ver si los pierden de vista. Todas las encuestas son unánimes: mientras la postura independentista está entre 3 y 5 puntos por debajo del apoyo al Reino Unido en Escocia, en Inglaterra los favorables a la independencia de Escocia superan en más de 10 puntos a los que apuestan por el mantenimiento de la Unión. En realidad tendríamos que decir que lo que apoyan los ingleses es liberarse del peso de una relación asimétrica que cada vez ven como más injusta.

En efecto, los escoceses tienen un parlamento propio con amplios poderes, mientras que los ingleses carecen de parlamento propio, funcionando a tal efecto el Parlamento del Reino Unido, donde también está Escocia representada. Es decir, que los asuntos de los escoceses los deciden los escoceses, pero los asuntos de los ingleses son decididos por ingleses y escoceses. De hecho, de los 650 escaños de la Casa de los Comunes, 59 son elegidos en Escocia, el 9%. Esos 59 escaños se reparten del siguiente modo: 41 para el Partido Laborista (de un total de 258), 11 para los liberal-demócratas, 6 para los nacionalistas escoceses… y sólo uno para los conservadores. No es de extrañar que haya algunos ingleses, especialmente conservadores, que estén a favor de la independencia de Escocia: sin los parlamentarios escoceses la hegemonía conservadora sería grande y los laboristas tendrían que irse acostumbrando a vegetar largos años en la oposición.

¿Y qué podemos aprender de todo esto? Pues al menos un par de cosas. Que la democracia y los referéndums no son tan puros. Si el presidente mexicano Porfirio Díaz pudo decir que las elecciones las ganan quienes cuentan los votos, aquí podríamos afirmar que los referéndums los ganan quienes redactan las preguntas. Y que las situaciones injustas entre regiones, comunidades o naciones acaban por estallar, a veces por donde menos te lo esperas.

Un Comentario

  1. ¿Año 2014, que además del aniversario de Bannockburn es el año de las Olimpiadas de Londres y del Jubileo de Diamante de la Reina? Esos dos últimos eventos son de este año, no comprendo la sentencia.

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