El matrimonio homosexual como negación de la libertad
European Dignity Watch acaba de hacerse eco la carta abierta que han publicado numerosos líderes religiosos norteamericanos (anglicanos, baptistas, católicos, evangélicos, judíos, luteranos, mormones y pentecostales) sobre la conexión entre matrimonio y libertad religiosa.
La tesis es sencilla: la redefinición del matrimonio para incluir a parejas del mismo sexo constituye un ataque a la libertad religiosa.
El argumento también es claro: por su propia naturaleza, la definición del matrimonio tiene consecuencias en innumerables ámbitos. Cualquier situación en la que el estado marital sea tenido en cuenta (discriminación en el trabajo, ventajas laborales, pensiones, adopción, educación, seguros médicos, vivienda, impuestos…) se ve radicalmente alterada y, por su propia lógica, la libertad religiosa de los que continúan afirmando la verdadera definición del matrimonio y se niegan a tratar el matrimonio entre personas del mismo sexo como equivalente al verdadero matrimonio, va siendo restringida y finalmente negada.
Encuentro un artículo muy documentado y que profundiza sobre este tema en Mercator.net titulado The new outlaws: how same-sex marraige suffocates freedom. Destaco del mismo los siguientes puntos:
- Aunque el matrimonio entre personas del mismo sexo se justifica apelando a la lucha por la libertad, en realidad supone la negación de la libertad de expresar opiniones críticas hacia el estilo de vida homosexual que estas uniones vienen a legitimar. Es lo que Robert Nisbet llamó “el ingenioso camuflaje del poder con la retórica de la libertad”.
- El objetivo final de los impulsores del matrimonio entre personas del mismo sexo es la condena al ostracismo o a la cárcel de todos aquellos que no sostienen esta nueva construcción social y el comportamiento que viene a legitimar.
- De la tolerancia (que vivan cómo quieran, es su problema) se pasa a la exigencia de aprobar la nueva definición de matrimonio.
- A continuación el autor del artículo, Christensen, aporta ejemplos de cómo esta amenaza ya es una realidad: Apple retirando de su iTunes un app para homosexuales que quieren abandonar su actividad homosexual, denuncias y expedientes de expulsión de universidades por sostener la doctrina católica respecto de la homosexualidad, multas para fotógrafos o restaurantes que se niegan a celebrar bodas homosexuales (en España también hemos tenido algunos casos), agencias de adopción católicas forzadas a cerrar ante su negativa a entregar niños a parejas homosexuales…
Cada vez resulta más claro que el futuro de la libertad nos lo jugamos en este terreno: la libertad de afirmar una moralidad basada en creencias religiosas, previa y superior a la moralidad que el Estado quiere imponernos y que utiliza como ariete la redefinición del matrimonio.
