Nuestro hombre en la CIA

Estamos estos días tan absorbidos por el coronavirus que nos pueden pasar por alto otras cuestiones e iniciativas que merecen nuestra atención. Es lo que ocurre con Nuestro hombre en la CIA, el último libro de Iván Vélez, que podría ser, por su título, una novela de John le Carré. Su subtítulo nos da algunas pistas sobre el tema del libro: “Guerra Fría, antifranquismo y federalismo”. Y es que no estamos ante una novela de espías (género, por otro lado, muy loable y especialmente recomendado para estos días en los que se agradece poder evadirnos de nuestro confinamiento), sino a el fruto de una investigación de campo muy seria y prolija.

Porque lo que ha hecho Iván Vélez, a lo largo de varios años de estudio, ha sido espigar los archivos del Fondo Pablo Martí Zaro, depositados en la Fundación Pablo Iglesias, y contrastar algunos de los datos allí reseñados en entrevistas personales. Un trabajo descomunal, “de hormiga”, que ha dado como resultado un libro importante para comprender los caminos que ha seguido España en el último medio siglo.

¿Y qué explican los papeles del dramaturgo y conspirador político Pablo Martí Zaro?

Estamos en plena Guerra Fría y para los Estados Unidos es capital que España no bascule hacia el bloque comunista, de ahí su apoyo a la España de Franco. Pero todo el mundo sabe que Franco no durará eternamente y los Estados Unidos apuestan por apoyar la creación de una oposición democrática, liberal e incluso socialista que, al mismo tiempo, sea abiertamente anticomunista. Para ello financiarán diversas iniciativas, de las que la más importante es el Congreso para la Libertad en la Cultura, diseñado para contrarrestar la influencia comunista en el mundo de la cultura, una estrategia, la promovida por la Unión Soviética, que empleó como caballo de Troya el pacifismo impulsado por el Movimiento de Partidarios de la Paz, impulsado por la Kominform. Será la misma CIA la que estará detrás de estas iniciativas, canalizando los fondos a través de distintas fundaciones, de modo especial la Fundación Ford.

Además, los Estados Unidos van a impulsar el proceso de construcción europea, desde presupuestos federalistas, con la pretensión de replicar una especia de “Estados Unidos de Europa” capaces de constituirse en barrera efectiva ante el expansionismo soviético. Es este mismo federalismo el que se propondrá para España en estos ambientes en los que conviven intelectuales y políticos.

A lo largo del libro, que siempre mantiene su rigor desapasionado, van a ir desfilando la mayoría de los protagonistas de la oposición no comunista al franquismo y sus diversas actividades. Con un papel muy relevante de Dionisio Ridruejo, acompañado entre otros de Pedro Laín, José Luis Sampedro, Tierno Galván, Joaquín Ruíz-Giménez, José Luis López-Aranguren, Julián Marías, Salvador de Madariaga, Josep Benet, Ernest Lluch o incluso unos jóvenes Juan Luis Cebrián o Jordi Pujol, en aquel entonces hombre de Félix Millet. Y en el centro de estas iniciativas siempre un hombre, discreto, incansable y bien conectado, Pablo Martí Zaro (con el ex POUM Julián Gómez García, Julián Gorkin, jugando un destacado papel desde el exilio en París). Con esta breve relación de nombres se advierte la importancia de lo que se estaba cociendo.

Pero no son solo nombres y reuniones los que va desgranando Iván Vélez, que también, sino los hitos más importantes de esta oposición no comunista al franquismo. Y de paso nos ofrece el autor un fresco de la vida cultural y política durante el franquismo a lo largo de las décadas de los 50, los 60 y la primera mitad de los 70, muy alejada de la imagen generalizada que se nos ofrece en nuestros tiempos de “memoria histórica”. Aparece así un franquismo para nada monolítico, en el que los desacuerdos con el régimen se expresan por doquier y dónde hierven las iniciativas al margen e incluso abiertamente críticas, en medio de una tolerancia que dejará atónitos a los lectores más jóvenes.

Los avatares de estos ambientes son diversos, desde la celebración de la muerte de Antonio Machado hasta las renuncias a las cátedras en solidaridad con los represaliados por el régimen, pero quizás los hitos principales sean el llamado contubernio de Munich, los coloquios Cataluña-Castilla y la creación, ya en los estertores del régimen franquista, de la Plataforma de Convergencia Democrática, que luego confluiría con la Junta Democrática para constituir la célebre “Platajunta”.

En relación a los coloquios Cataluña-Castilla destaca el radicalismo nacionalista de los intelectuales catalanes invitados a los mismos. Tras leer algunos de sus posicionamientos, de una claridad y contundencia que no tienen nada que envidiar a las de los actuales dirigentes separatistas, resulta difícil sostener que, en la Transición, los políticos españoles fueron engañados por unos taimados nacionalistas con piel de cordero. Se habla aquí abiertamente de països catalans, de autodeterminación, de exclusión del castellano en Cataluña, de ocupación militar, como si Cataluña fuera una colonia africana, y de simple y llana secesión. La respuesta de los intelectuales no catalanes estremece por su pobreza: asumiendo el marco nacionalista, la única respuesta es la que avanza Maravall, que reniega de la palabra nacional y aspira a superar el problema por elevación, en una disolución de todos los pueblos en Europa. Por cierto, también vemos que ya en los 60 se empleaba la eficaz estrategia de designar como una “campaña anticatalana” cualquier iniciativa que desagradara a los nacionalistas.

No podemos resumir aquí todo el rico panorama que dibuja Iván Vélez en este libro. El capítulo “curas rojos, verdes dólares”, qua aborda el mundo de los curas obreros y del diálogo cato-comunista es muy jugoso. También impresiona constatar la actitud condescendiente con la naciente ETA, cuya actividad criminal era justificada en aras de su antifranquismo. En definitiva, estamos ante un libro importante para comprender cómo se fue fraguando la Transición, alentada por grupos antifranquistas contrarios al comunismo que gozaron de la financiación de unos Estados Unidos que apoyaban al régimen franquista pero, al mismo tiempo, modelaron con éxito la configuración política que le iba a suceder.

Escriba un Comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>