Masones, juegan y ganan en Francia
No es ningún secreto que la República Francesa, desde sus mismos orígenes, ha tenido una fuerte impronta masónica. Esa impronta se ha mantenido siempre, con momentos de intenso anticlericalismo promovido desde las logias, como fue el caso de la ley de separación de la Iglesia y el Estado, en 1905, que provocó la expulsión de órdenes religiosas y desató la persecución contra los católicos en Francia.
Hoy en día la influencia masónica ha adoptado un perfil más bajo, pero el semanario Le Point, en un reciente reportaje, nos informa de la fuerte presencia masónica en el entorno de los candidatos con más posibilidades de acceder al Elíseo tras las próximas elecciones presidenciales.
Hay dos candidatos sin posibilidades que se han declarado abiertamente masones: Jean-Luc Mélenchon, candidato de la extrema izquierda, que forma parte del Gran Oriente, y Corinne Lepage, de los Verdes, iniciada en la Gran Logia Femenina, una obediencia masónica que admite sólo a mujeres.
Pero lo realmente interesante del artículo es que Le Point cuenta hasta trece masones en el entorno inmediato de Nicolás Sarkozy, entre los que se cuentan 9 ministros del gabinete Sarkozy: el ministro de Economía, François Baroin, de Trabajo, Xavier Bertrand, de Defensa, Gérard Longuet, del Interior, Claude Guéant, de Justicia, Michel Mercier, del Deporte, David Douillet, de Relaciones con el Parlamento, Patrick Ollier, de Cooperación Internacional, Henri de Raincourt y de Educación, ministerio tradicionalmente confiado a masones, en la persona de Luc Chatel. Más que un gobierno, uno parece estar ante una gran logia. Aunque, también recuerda Le Point, la tentativa de sustituir al primer ministro François Fillon, que no es masón, por el masón y anticlerical Jean-Louis Borloo, en vísperas del debate sobre la eutanasia, fracasó al confirmar Sarkozy a Fillon. Y éste se mantuvo firme en su oposición a la “muerte dulce”.
En el entorno del candidato socialista, François Hollande, Le Point cuenta diez masones, incluyendo al presidente del Senado, Jean-Pierre Bel, los ex ministros Michel Sapin y Jean-Yves Le Drian, el alcalde de Lión, Gérard Collomb y el portavoz del candidato socialista, Manuel Valls.
En cuanto al candidato centrista, François Bayrou, su consejero áulico, el ex senador Alain Lambert, es masón, así como Dominique Paillé, antigua portavoz del partido de Sarkozy que ahora apoya a Bayrou. El caso de Marine Le Pen es más complicado. En los inicios del Frente Nacional su padre fue vetado por el Gran Oriente, pero parece que esta actitud se ha suavizado, probablemente gracias al miembro de su equipo, el abogado Gilbert Collard, miembro de la Gran Logia Nacional Francesa.
Bien posicionados por todos lados, la masonería, que en Francia cuenta con 150.000 adherentes, parece que, gane quien gane, va a seguir ostentando un enorme poder.
