Chekas: las prisiones republicanas

Chekas: las prisiones republicanas

Vivimos tiempos en los que se habla mucho de «memoria histórica» (ahora también «memoria democrática», un concepto orwelliano), pero en el que se ocultan y tergiversan los hechos incómodos para la «verdad» oficial. Entre ellos las temidas chekas, una importación que la República trajo directamente desde la Unión Soviética y en las que se cometieron algunos de los crímenes más atroces de que se tenga constancia. Unos hechos sobre los que, misteriosamente, guardan silencio nuestras televisiones, nuestro cine, nuestros principales medios de comunicación. Y es que conocer lo que hicieron las chekas constituye un torpedo en toda la línea de flotación de las «memorias» oficiales que quieren imponernos quienes gobiernan.

He escrito misteriosamente, pero para cualquiera que tenga la suerte de leer el libro de César Alcalá, Chekas. Las prisiones republicanas, publicado por Libros Libres, entenderá rápidamente que de misterioso este asunto no tiene nada. Es de una lógica aplastante: si queremos construir una visión de la historia española del siglo pasado maniquea y en la que el papel angelical queda reservado al bando republicano durante la guerra civil, resulta vital borrar, o al menos ocultar bajo la alfombra, las pruebas que desmontan esa pretensión. Pruebas que de manera rigurosa y exhaustiva nos ofrece Alcalá en este libro que, probablemente, sea el libro definitivo en lo que se refiere a la acción de las chekas en su conjunto en España.

El libro está documentadísimo y no da un paso en falso. Empieza analizando los mecanismos que regían en las chekas, que no eran más que centros de detención y tortura, verdaderas factorías de muerte en la que la «justicia revolucionaria» actuaba libre de las trabas que la «justicia burguesa» suele imponer. Nada de pruebas, testigos, jueces… en las chekas se torturaba y mataba a la buena de Dios, que la revolución no se hace sin terror, como se ha venido repitiendo al menos desde la Revolución francesa. Las técnicas empleadas para torturar son escalofriantes y demuestran hasta qué extremos de crueldad y bestialidad puede llegar el ser humano, en este caso además convencido de actuar por el bien de la humanidad tras haber sido adecuadamente intoxicado por unas ideologías para las que el hombre no vale nada pues no es más que una detalle sin importancia en la imparable corriente del progreso de la historia. Fueron más de 12.000 las personas que fueron torturadas en las 402 chekas que existieron y la mayor parte de ellas acabaron siendo asesinadas.

Tras revisar la trastienda de las chekas, sus promotores, su financiación, su modo de actuar, el libro se detiene en los tres grandes focos de chekas en España durante nuestra guerra civil: Barcelona, Madrid y Valencia. Una geografía del terror que uno no puede dejar de leer sin estremecerse, pero que constituye una lectura necesaria para conocer qué ocurrió realmente en un pasado no tan lejano y que algunos hoy en día se empeñan en revivir. Tras documentar abundantemente lo ocurrido en cada lugar, César Alcalá incorpora unos interesantes epígrafes en los que se fija en quién controlaba las chekas de cada ciudad y en qué partidos políticos y sindicatos tuvieron chekas en las que podían eliminar a aquellas personas que consideraban más contrarias a sus proyectos políticos. Y, oh sorpresa, descubrimos que las chekas no solo estuvieron en manos de comunistas y anarquistas, sino que también el PSOE, la UGT, ERC o el PNV tuvieron chekas donde se torturó y asesinó. ¿Verdad que de misterioso ya no tiene nada el silencio que se cierne sobre este asunto?

El libro se completa con dos capítulos dedicados a lugares de tortura y asesinato político que no son propiamente chekas pero que tuvieron funciones análogas: los barcos-prisión y los campos de concentración (seis de ellos fueron instalados en Cataluña).

Se agradece el tono sobrio del libro, un libro de historia que no necesita cargar las tintas, que documenta todo lo que dice y que es completísimo. Los testimonios recogidos también poseen ese tono: no se trata de exagerar usando una prosa que mueva las pasiones, basta con exponer fríamente lo sucedido, como levantando acta notarial, para que a uno se le hiele la sangre.

Estamos pues ante un libro indispensable, completo y riguroso, que por ello mismo quienes desean imponernos su versión oficial de la historia querrán que pase desapercibido. No deberíamos permitírselo. Sin revanchismos, pero tampoco sin buenismos tontorrones, deberíamos agradecer a autor y editor su valentía para publicar una obra como ésta (¿hasta cuándo estará permitido?) y darla a conocer para que la memoria sea completa. No estamos ante un detalle insignificante, sino ante un fenómeno de trascendental importancia clave para comprender el desarrollo de la guerra civil.

A la espera del reportaje en TVE, con entrevista a César Alcalá incluida, sirva esta reseña para aportar mi granito de arena en la tarea, vital, de que los españoles conozcamos nuestra historia de veras, completa, sin silencios interesados ni sesgos ideológicos.

Escriba un Comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>