Una viejecita simpática
Creación de nuevos cardenales en Roma, entre ellos el arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, a quien acompañaba su madre, Shirley.
La conversación entre Dolan, su madre y el Papa no tiene desperdicio:
El cardenal Dolan la presenta con un “Santo Padre, ésta es mi madre“. A continuación le comenta que es uno de los pocos príncipes de la Iglesia lo suficientemente joven (tiene 62 años) y afortunado para tener a su madre aún viva. Por último bromea con el Papa: “Le he preguntado si la iba a declarar primera dama del Colegio de Cardenales“.
Y sigue un rápido intercambio de comentarios:
- El Papa: “Tiene usted un aspecto demasiado joven para ser la madre de un cardenal”
- Shirley, madre de Dolan: “Santo Padre, ¿eso ha sido una declaración infalible?”
¡Viva las viejecitas simpáticas y naturales!