Cada vez más escuelas libres en el Reino Unido
Muy interesante lo que escribe Charles Moore sobre el florecer de escuelas libres en el Reino Unido en el Telegraph.
Tras años de monopolio estatal, esta nueva modalidad que ahora está en su segundo año consiste básicamente en la posibilidad de que un grupo de padres, profesores o una institución promuevan una escuela, que ellos mismos dirigirán, pero que se financia con dinero público. O sea, son escuelas financiadas con dinero público pero no dependientes de la administración (lo que debe de sonar a herejía a más de uno por estos lares). Estas escuelas libres son complementarias a las “academias”, que son escuelas estatales que ya existían y que han decidido reconvertirse a un modelo similar de autogobierno.
Los números son significativos: el primer año se aprobaron 24 nuevas escuelas libres, este año han sido 72 y para 2013 hay 300 solicitudes, de las que se espera que más de 100 sean aprobadas.
Una de las ventajas más valoradas es la flexibilidad en el currículo que se permite para estas escuelas libres, todo lo contrario que el rígido currículo de las escuelas estatales.
Como dice Moore: “La idea dominante ha sido que ni los padres ni los maestros tienen nada que decir respecto a cómo son educados los niños o a qué escuela deben ir. Las autoridades locales, los sindicatos y cada vez más el gobierno central han sido los únicos que podían decidir sobre estos temas. Han estado convencidos de que la gente más interesada en cómo funciona un colegio eran los únicos que debían ser excluidos de cualquier poder sobre el mismo“.
Lo increíble, sigue Moore, es que no sólo los padres están impulsando escuelas libres, también muchos prefesores se están implicando, negándose a ser los mediocres funcionarios que los sindicatos y el estado espera que sean.
Suena bien. Con sentido común. ¿Se enterará alguien por aquí y apostará por la libertad y la subsidiariedad o seguiremos condenados al gris estatalismo?
4 Comentarios
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Y, además, cada familia debe ser la primera y más genuina ‘escuela libre’ en la que ha de desarrollarse todo ser humano. Desgraciadamente no es así: la indolencia de muchos padres, la separación y los conflictos, la falta de preparación afectiva y de madurez para tan gran tarea, así como el hecho de que lo subsidiario se haya convertido en lo titular, son cánceres que están dañando gravemente nuestra sociedad. Muchos padres deponen su responsabilidad y pretenden dejar todo en manos de los centros educativos, cuya tarea debe ser de apoyo y nunca sustitutiva de la cercanía parental (y aquí ‘cercanía’ no podría tener un significado más hondo). Esto también sucede en el seno de la Iglesia católica. ¿Cuándo? ¿Cómo? Basta analizar un poco el procedimiento tan impropio de cierta ‘iniciación cristiana’: muchos padres no educan en la fe, y esto durante años (¿olvidaron su promesa, aquella de educar en la fe al recién bautizado?). Así después, cuando el hijo cuenta ya con siete u ocho años de edad, la gran mayoría delega todo lo que debería haber hecho en manos de otros, lo cual, para más ‘inri’, supone un injusto agravio comparativo hacia los padres que sí tomaron en serio la auténtica transmisión de la fe en comunión con la Iglesia. En un artículo que estoy pergeñando para Sentire cum Ecclesia trataré de exponer esto con más y mejor precisión. Para ello me basaré en las disposiciones propias y propuestas por la Iglesia católica de rito latino romano
Pues esperamos el artículo; promete.
Por cierto, me alegra ver que una de las etiquetas más abultadas está dedicada a Chesterton. Hay que hablar de este autor por activa y por pasiva. Yo, de algún modo, siempre lo vinculo mental e implícitamente con ese otro gigante: el beato cardenal Newman.
Eso intento. Sobre Newman tendremos que hablar también.