¿Tienen algo que decir los hombres en esto del aborto?

¿Tienen algo que decir los hombres en esto del aborto?

Resulta sorprendente constatar lo poco que se tiene en cuenta a los hombres cuando se aborda la cuestión del aborto. Se habla, y está bien que se haga, de la terrible decisión de la madre, del hijo que ve amenazada su vida e incluso del dilema ético de los médicos y personal sanitario. Pero del padre, entre poco y nada. Y algo tendrá que ver en el asunto; al menos en su origen es indiscutible.

Reconozco que siempre me ha extrañado que, por ejemplo, los padres de las criaturas no estén obligados a asumir los gastos necesarios para criarla, algo que muchas madres solas que no abortan y deciden dar a luz a sus hijos tienen quehacer sí o sí. Sería un primer paso.

En esta línea, el psicólogo italiano Claudio Risé ha lanzado un texto, titulado Documento per il padre, en el que afirma que “la figura del padre ha sido separada en Occidente de sus funciones educativas y sociales”. En lo que se refiere al aborto, sostiene que “se priva al padre de cualquier responsabilidad en el proceso reproductivo. Una situación paradójica, injusta desde el punto de vista afectivo, infundada desde el punto de vista biológico y antropológico, devastadora en el plano simbólico”.

El Documento por el padre ha sido firmado ya por numerosos académicos, periodistas, magistrados, médicos y puede leerse pinchando aquí.

Otras aportaciones recientes son las de Antonello Vanni, quien denuncia que al excluir al padre y negar que tenga ninguna responsabilidad respecto de su hijo, la ley está deseducando a los hombres. Además, así como está muy documentado el trauma post aborto en las mujeres, se está empezando a estudiar la aparición de este trauma en los hombres, que Vanni define así: “se trata de una reacción en cadena que erosiona la identidad personal por un lado (“no valgo nada porque no he sabido impedirlo”), por otro lado sofocándola con el sentido de culpa y el remordimiento que se deriva (“es culpa mía, soy un asesino y debo pagar”). Los resultados: aislamiento social, depresiones, dificultades para mantener la estabilidad, especialmente en el trabajo, irritabilidad y episodios de violencia.

El mundo real es muy diferente del que nos presentan quienes defienden el aborto.

Un Comentario

  1. Una visión interesante y, en efecto, poco o nada tratada cuando se habla o escribe sobre el tema del aborto.

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