Cameron sale trasquilado de las elecciones locales
Aunque casi todas las miradas se han centrado en las elecciones francesas y griegas, pocos días antes hubo elecciones municipales en el Reino Unido, unas elecciones que se han querido ver como una medida del apoyo al gobierno de coalición encabezado por David Cameron.
Si es así, la mayoría de los ingleses no están satisfechos con este gobierno, pues el retroceso de los conservadores (31% de los votos) y de los liberal-demócratas (16%) ha sido grande y generalizado, permitiendo a los laboristas una importante victoria (39%). La derrota de los alcaldes elegidos directamente en importantes ciudades es especialmente doloroso para Cameron, que había apostado por lo que llamó una “agenda local” en la que confiaba grandes responsabilidades en estos alcaldes ahora derrotados.
Pero quizás lo más reseñable haya sido la subida del UKIP (United Kingdon Independence Party), que ha conseguido un 14% de los votos, cifra especialmente importante pues con su mensaje antieuropeísta no suele obtener buenos resultados en las elecciones locales (y sí en las europeas). La amenaza de que aparezca un partido consistente a la derecha del Conservador ha sido hasta ahora desdeñada por los dirigentes tories, convencidos de que el voto de derechas está asegurado y de que, por tanto, sus esfuerzos deben centrarse en arrebatar votos al Partido Liberal-Demócrata y al Partido Laborista. El apoyo explícito de Cameron hacia el matrimonio entre personas del mismo sexo y otras medidas del mismo tenor pueden haber decidido a muchos votantes conservadores a castigarle y votar al UKIP. Es cierto que el sistema electoral británico castiga a las opciones minoritarias y premia al partido más votado en cada circunscripción, pero precisamente por ello la pérdida de votos por la derecha, temida desde hace tiempo pero hasta ahora no constatada, puede condenar a los tories a la oposición. Habrá que estar atentos a la reacción de Cameron.
La única alegría conservadora ha sido la reelección de Boris Johnson como alcalde de Londres. Johnson es un político singular, que combina ocurrencias peregrinas con ideas de todo tipo, algunas ciertamente heterodoxas, pero que también ha sido capaz de asumir con valentía ciertas posiciones claramente de derechas. Su mayor claridad ideológica y su personalidad definida (muchos le postulan como el recambio futuro del mismo Cameron) parecen haberle ahorrado el voto de castigo contra el premier británico. Por contra su rival, el histórico Ken Livingstone, Ken el rojo, ha anunciado su retirada de la política tras esta derrota. Otra buena noticia.
