Nunca volverás a mirar un lápiz de la misma manera
Lo acaba de lanzar el Competitive Enterprise Institute y me ha parecido sumamente sugerente. El vídeo muestra lo maravilloso, improbable, fantástico, casi milagroso que es un sencillo lápiz, recogiendo así aquella observación tan chestertoniana de que deberíamos recuperar el asombro ante todo lo que nos rodea, ante todo lo que nos es familiar. Deberíamos volver a mirar las cosas con ojos de niño.
Así, el asombro pasaría a la admiración. Admiración por lo complejo que puede ser un objeto tan cotidiano como un lápiz, admiración también por todas las personas y acciones involucradas en la fabricación de algo tan pequeño, y todo ello sin un planificador central. Un pequeño matiz: no es verdad que los hombres seamos capaces de todo. Somos capaces de cosas realmente prodigiosas, pero afortunadamente también tenemos límites.
Aquí les dejo el vídeo. Vale la pena: