Cuando se prohibe un arma, se encuentra otra

Tras la matanza de Newtown el debate sobre las armas de fuego, y en especial los fusiles de asalto, es una de las grandes cuestiones que sacuden los Estados Unidos. Hoy mismo el presidente Barack Obama ha firmado 33 medidas para endurecer el control de armas en los Estados Unidos. No voy a entrar aquí en el debate. Sólo apuntar que personalmente creo que puede ser compatible mantener un derecho con un simbolismo innegable, que expresa los límites del Estado, junto con limitaciones al mismo más estrictas.

Pero lo que hoy quería compartir con ustedes es un “cartoon” que me ha dado que pensar. Sí, ya sé que un instrumento está hecho para matar y el otro no, y por tanto no son comparables. Pero el hecho de que hayan habido mas muertes causadas por un martillo que por un fusil de asalto nos recuerda que no hay fórmula mágica para acabar con el asesinato, que quien mata no es el arma, sino quien la dispara, y que si no hay cambio en las personas, éstas encuentran el medio para asesinar a su prójimo por muchas restricciones a las armas que existan. Caín, sin ir más lejos, no necesitó recurrir a un fusil de asalto.