Naciones Unidas y el problema de los embarazos adolescentes

Roberto Veira, enPáginas Digital, comenta el informe del Estado de la Población Mundial 2013, presentado hace unos días por Naciones Unidas y titulado “Maternidad en la niñez: enfrentar el reto del embarazo en adolescentes”.

Lo que más le sorprende, a él y a cualquier persona mínimamente atenta y que se haya librado de anteojeras ideológicas, es el increíble divorcio entre los datos que aporta el informe y las políticas que luego pretende impulsar.

Empieza recordando un estudio de Esther Duflo en Kenya y recogido en el informe que indica que lo que realmente funcionó para reducir el número de embarazos adolescentes en aquel país fue que “la reducción del costo de educación, al proporcionar de forma gratuita uniformes para la escuela, redujo las tasas de deserción escolar”.

Ahora Naciones Unidas señala otros factores clave: la violencia sufrida por estas jóvenes, incluido el matrimonio infantil, el nivel de educación de los adultos y sus expectativas con respecto a sus hijos, el nivel de comunicación dentro del hogar, la intensidad de los valores culturales y religiosos.
Conclusión: más anticonceptivos y no abordar ninguno de los factores que unas pocas páginas antes eran reconocidos como los determinantes.

¿Incoherencia? ¿Locura? Veira afirma que “el grado de desorientación, de ambigüedad calculada, y de cerrazón debe ser grande en una institución como el FNUAP (Fondo de Población de las Naciones Unidas), que a pesar de lo dicho, se empeña en centrar sus estrategias en el acceso a los anticonceptivos”.

Yo creo que, además, hay mala intención.