Manipulación psicológica y terrorismo yihadista

Manipulación psicológica y terrorismo yihadista

Vuelvo al tema del Islam. Ya me perdonarán mis lectores, pero es que creo que es uno de los asuntos en los que nos jugamos nuestro futuro.

Me ha llamado la atención lo que explica el director de Il Foglio, Claudio Cerasa, acerca de cómo se están usando algunas técnicas psicológicas para tranquilizar a las poblaciones occidentales ante los cada vez más frecuentes atentados yihadistas (aunque en el proceso se deba necesariamente que ocultar la realidad).

La técnica es bien conocida: justo después de un suceso traumático, para combatir una fobia particular (en este caso la supuesta islamofobia), se bombardean las cabezas de los lectores con imágenes tranquilizadoras que tienden a describir al terrorista con definiciones que dejan entender que el acto es una accidente imprevisible y que el autor del gesto traumático no es más que un loco homicida, un tarado sin escrúpulos, un lobo solitario, un inadaptado, un desequilibrado, un desquiciado en pleno rapto homicida, un hombre llevado a la locura por culpa de una disfunción social generada por un Occidente miope, egoísta y militarista que no se ocupa suficientemente de la inclusión de los más desfavorecidos.

De este modo, se presenta el terrorismo islámico como algo irracional, inexplicable, ilógico, inaprehensible, algo, en definitiva, que no vale la pena analizar (¿qué es el Islam? ¿forma parte la Yihad del Corán?…) pues no hay nada a analizar sobre lo que está privado de sentido. Y tampoco vale la pena sufrir demasiado, del mismo modo que no  sufrimos por la posibilidad de que nos golpee un terremoto, una inundación, un huracán u cualquier otro fenómeno natural imprevisible. En el fondo preferimos pensar que el golpe proviene de un loco, lo que no afecta a nuestra forma de entender la vida, a abordar de frente la realidad y reconsiderar nuestros postulados.

Y es que si nos ponemos a pensar en serio el peligro es grave. ¿Se imaginan que descubrimos que la Yihad, en todas sus formas, es una manifestación lógica de las enseñanzas y mandatos que forman el núcleo de la religión musulmana? ¿Se imaginan qué consecuencias tendría ese descubrimiento?

No es la primera vez que nos enfrentamos al terrorismo, pero en esta ocasión llama la atención este querer cerrar los ojos ante las raíces del fenómeno. No siempre fue así. Explica Cerasa que, en Italia, para combatir a las Brigadas Rojas, fue necesario pasar por tres etapas: “1. reconocer que las acciones terroristas no eran llevadas a cabo por personas dementes, 2. analizar a fondo, para combatirla, la ideología que movía a los terroristas a actuar y 3. dejar de tratar a los terroristas como “compañeros que se equivocan”, para considerarlos enemigos del pueblo que hay que combatir con todos los medios posibles“.

Me parece que, en la lucha contra el yihadismo, ni siquiera hemos superado la primera fase.

Escriba un Comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>